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Vas conduciendo y comienzas a escuchar un ruido extraño en la parte delantera del coche. Apagas la radio y confirmas tus sospechas. Te echas a un lado de la carretera, abres el capó y llamas a la grúa. Cuando llegas al taller y tras un diagnóstico preliminar te dan el susto del día: “La avería cuesta 375€. Para mañana está listo”. Ya tienes el mes condenado. ¿Y ahora qué?
Esta introducción, basada en una situación real, te podría ocurrir a ti. A veces necesitamos dinero urgente para atender pagos inmediatos, como la avería del coche, aprovechar la oferta para comprar un nuevo colchón para el dormitorio de los niños, comprar la entrada de tu grupo de rock favorito hoy (que solo hará un concierto y es su despedida) y un sin fin de oportunidades que pueden hacer que necesites un dinero extra. La mejor solución para estos casos es solicitar un micropréstamo, o mejor aún, un Anticipo Contante. Veamos en qué consiste.
La solución para atender gastos imprevistos
Los micropréstamos son una forma de financiación a muy corto plazo y para pequeñas cantidades de dinero. Quizás si fuéramos precavidos haríamos como recomendó José a faraón: guardar una parte de nuestro salario para cuando llegaran las vacas flacas, o para atender urgencias, gastos extraordinarios o promociones que no se pueden dejar escapar. Pero cuando la hucha está vacía, la mejor opción es solicitar un micropréstamo.
Esta forma de obtener dinero rápido está regulada por ley. Todo está estipulado: el tipo de interés, la cantidad máxima a solicitar (500 €) y el plazo de devolución (por lo general, un mes).
Más rápido que un crédito bancario
Desde luego puedes ir a tu oficina de siempre a que te presten el dinero que necesitas. Aunque eso no siempre es posible o recomendable. Los préstamos bancarios se conceden en virtud del historial crediticio del cliente. Si has tenido algún problema con tu entidad, por ejemplo: atrasarte en un pago, puede generar que te pongan pegas para concederte el dinero. Además los directores de sucursales ya no tienen las libertades de otros tiempos. Ahora la solicitud de un crédito debe trasladarse a un comité que valora la candidatura del cliente, debiendo justificar el gasto y alargándose el periodo de concesión.
Los microcréditos de Contante, empresa especializada en créditos de pequeño importe a corto plazo, se conceden casi en el acto. Este tipo de productos no está sujeto al papeleo de presentar la nómina y el historial crediticio, y su inmediatez es su razón de ser.
Utiliza el micropréstamo con precaución
Que el dinero se conceda de forma inmediata y puedas disponer de él tan pronto como se ingresa en el banco, no significa que el micropréstamo sea una forma de financiación habitual. La concepción de este producto es atender pagos urgentes, sea cual sea la justificación que lo motiva. No lo debes utilizarlo para “tapar otros agujeros”.
Es por ello que nunca debes utilizar un micropréstamo para financiarte a largo plazo, financiar el circulante de un comercio, etc. Ten en cuenta que este tipo de créditos rápidos es una financiación costosa.
En dicho sentido, debes tener muy en cuenta los periodos de devolución del importe. Lo mejor es hacer coincidir el reembolso del dinero con el día que cobras la nómina. De forma que llega a funcionar como un anticipo de la nómina, pero sin tener que dar explicaciones a los jefes. El impago del micropréstamo el día fijado genera sobrecostes que pueden agravar la circunstancia económica. Por lo que debes utilizar esta herramienta con sentido y lógica. Es una solución para atender los pagos extraordinarios a los que de otra forma no podrías hacer frente.
Consejos para utilizar el micropréstamo
Los micropréstamos no están sujetos a explicaciones, ni justificaciones. Eso lo dejamos para los bancos. Son una opción para tener dinero rápido y sin líos. Lo que no evita que sí debas justificártelo a ti.
Antes de solicitar el micropréstamo haz un presupuesto del dinero que necesitas. Así solo pedirás lo justo y será más fácil devolver la cantidad. El presupuesto tiene un doble propósito: justificar el crédito y ajustar la cantidad al dinero que te es preciso.
No utilices el micropréstamo para pagar otras deudas. No se tapa un agujero con otro agujero. Esta no es la solución que buscas. El micropréstamo sirve para atender un gasto extraordinario: una avería del coche, un regalo especial para tu pareja, darte un capricho…
Sé consciente de que lo tienes que devolver. Solicita un crédito que puedas asumir con tu economía y haz coincidir el pago con el día de cobro de tu próxima nómina. Piensa que es un adelanto de la nómina, con unos pequeños intereses. Pasarte de la fecha límite de devolución puede traerte más de un quebradero de cabeza.
Lee las condiciones. Se trata de un contrato entre dos partes. A pesar de que el proceso es rápido (el dinero está disponible en tu cuenta inmediatamente) debes ser consciente de las condiciones y cláusulas (tratas con una empresa, no con una ONG).
Aprovecha el micropréstamo, pero hazlo con sentido.