Anticipo Contante
Podrán solicitar un Préstamo Contante aquellas personas residentes en España, mayores de 21 años, que no tengan restringida legalmente la capacidad de obrar, y dispongan de un teléfono móvil y una tarjeta de débito asociada a su cuenta bancaria habitual.
Un Anticipo Contante se conoce en el mercado con denominaciones análogas tales como: micropréstamo, minicrédito, Préstamo de nómina, crédito rápido o similares. Si vas a solicitar este tipo de productos, hazlo a través de una entidad adherida a la Asociación Española de Micropréstamos como Contante.
En algunos casos, podemos limitar el importe máximo del crédito rápido o rechazar la solicitud de Anticipo.
Una vez tu anticipo sea aprobado recibirás una transferencia en tu cuenta.
Los intereses del anticipo dependerán del importe y de la duración seleccionados, pero en ningún caso superarán los intereses mostrados en la página web en el momento de tu solicitud.
Cuando llegue el vencimiento de tu Anticipo, haremos un cargo en tu tarjeta de débito. También podrás devolver tu micropréstamo antes de la fecha de vencimiento, ahorrando los intereses de los días no disfrutados.
Si ves que se acerca el vencimiento del minicrédito y que no vas a poder pagar, podrás prorrogar tu Préstamo hasta 30 días más. Reflexiona si esta es la opción que más te interesa.
Si el día de vencimiento no se ha realizado el pago, se cargará una comisión de hasta 20 euros adicionales por impago del crédito rápido. Y se sumará un interés diario del 1% por cada día de retraso.
El Préstamo Contante se formaliza con la sociedad, domiciliada a efecto de notificaciones en Barcelona (08006), Avenida Diagonal 508, 1 - 6 e inscrita en el registro mercantil de Barcelona.
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¿Es el comercio electrónico seguro?
Cuando salimos a comprar a menudo no llevamos en la cartera más que algunos euros, a todas luces insuficientes para la mayoría de las compras que vamos a realizar. Las tarjetas de crédito y débito se han convertido en un habitual de nuestros bolsillos. Esta nueva forma de comprar va diversificándose ofreciendo variantes, como el pago mediante el teléfono móvil.
Nada más entrar en Internet se puede acceder a ¡millones! de tiendas online que hacen patente la necesidad de establecer los máximos criterios en cuestión de seguridad para el comercio electrónico. A pesar del estancamiento económico del último lustro, el comercio electrónico supone en España más del 20% de las compras. Lo que significa que uno de cada cinco euros que gastamos en nuestra cesta de la compra se paga a través de dispositivos electrónicos.
Seguridad en el pago
Los bancos y empresas como VISA y Master Card se esfuerzan por aumentar la seguridad de los usuarios, ante el crecimiento de las transacciones electrónicos. Y es que, a medida que se incrementan las ventas por Internet, crece el número de fraudes. Un riesgo que, a día de hoy, supone el caballo de batalla de las instituciones financieras.
Se puede pagar el billete del autobús urbano con el móvil, comprar el periódico pasando una pulsera por un terminal o realizar la compra de la semana con tan solo acercar la tarjeta a un terminal. Todos estos nuevos medios de pago se encuentran con la necesidad de incrementar la seguridad del consumidor, que los adopta rápidamente, en busca de una mayor comodidad en los pagos.Un buen ejemplo del auge del comercio electrónico es la compañía Paypal. Nació como un complemento de Ebay para garantizar el pago en cualquier moneda del mundo entre compradores y vendedores buscando preservar los derechos de ambas partes, y en la actualidad se ha convertido en el principal negocio de sus propietarios, superando con mucho a las ganancias que genera la que fuera la más popular casa de subastas.
El reto del comercio electrónico
Básicamente el mayor problema que se plantea en las transacciones electrónicas a través de Internet es comprobar la identidad de quien realiza la operación. Es por eso que, a fin de dar la mayor seguridad posible en los procesos de compra y proteger a compradores y vendedores, desde organizaciones empresariales de emisión de tarjetas de crédito y otros dispositivos de pago se han puesto en marcha diversos mecanismos de identificación.
La solicitud de un PIN o de un código previamente facilitado al usuario mediante un soporte físico o un mensaje de telefonía móvil son algunas de las opciones que más se utilizan para garantizar que quien está utilizando la tarjeta es su titular. No obstante, conviene tomar algunas medidas de seguridad personales para garantizar el buen uso de los medios electrónicos de pago:
- No perder de vista nunca la tarjeta cuando se paga en un establecimiento.
- Ocultar el PIN siempre que se realice una operación en un cajero automático.
- Exigir la confirmación de la compra vía SMS.
Son algunas de las medidas básicas para proteger nuestros intereses, a nosotros mismos y nuestro dinero. Los bancos y empresas de tarjetas de crédito pueden idear mil y un dispositivos para garantizar la seguridad de nuestras operaciones de comercio electrónico, pero de nada sirven si como usuarios no las aprovechamos o no velamos por nuestra propia seguridad.
Comercio electrónico seguro
Siempre que realicemos un pago en Internet, es aconsejable hacerlo utilizando el comercio electrónico seguro. De esta manera, se garantiza la seguridad del cliente mediante la autorización de la operación utilizando una firma electrónica. Al introducir nuestros datos de la tarjeta de crédito, el banco solicitará un código de seguridad, que previamente nos habrá facilitado.En Contante nos preocupamos por garantizar al máximo la seguridad de todas nuestras transacciones, utilizando comercio elctrónico seguro. Si tienes dudas sobre nuestros procesos o quieres saber más sobre nuestras medidas de seguridad tan solo tienes que ponerte en contacto con nosotros y te informaremos encantados.