Probablemente alguna vez te has planteado solicitar un anticipo de nómina para hacer frente a un gasto extraordinario. Sin considerar lo ajustado de la economía de cada cual a raíz de la crisis, muchos trabajadores pasan por la tesitura de solicitar a la empresa el adelanto del salario. Una suerte de
préstamo que realiza la empresa y que tiene como garantía el propio trabajo del asalariado. Una forma de salir de un apuro económico, que sin embargo ha de regirse a la normativa laboral vigente y en la que también influyen los convenios de los trabajadores.
Quién puede solicitar un anticipo de nómina
La Ley del Estatuto de los trabajadores recoge el derecho de los trabajadores a solicitar un anticipo de la nómina a las empresas en las que están contratados. El artículo 29 del texto expresa que “
el trabajador tiene derecho a percibir, sin que llegue el día señalado para el pago, anticipos a cuenta del trabajo ya realizado”. Un derecho sujeto a obligaciones y a varias limitaciones.
Los convenios colectivos a que están sujetos los trabajadores también establecen características de los anticipos de la nómina, según los acuerdos alcanzados entre los representantes laborales y los estamentos de la patronal. Un anticipo no se puede entender nunca como un préstamo, puesto que esa labor corresponde a las entidades bancarias y no a las empresas. El adelanto salarial que puede solicitar un trabajador
no debe superar el 90% de la nómina devengada en el momento de la solicitud.
A modo de ejemplo: supongamos que un trabajador cobra 1000 euros al mes y necesita pedir un anticipo el día 15 del mes, la cantidad que puede solicitar deberá ser como máximo 450 euros, el 90% de lo devengado hasta el día 15 del mes. Esta cantidad se resta de la nómina siguiente que haya de cobrar el trabajador.
Un derecho excepcional
A pesar de que la legislación española recoge el adelanto salarial como un derecho, no se trata de una costumbre habitual. Para las empresas supone un reajuste y una situación que han de anotar en los libros de contabilidad, por lo que pueden mostrar reticencias a realizar el adelanto o hacerlo transcurrido unos días tras la solicitud. Se trata, a fin de cuentas, de una situación extraordinaria de la liquidación salarial, puesto que se pide un “préstamo” a la empresa con
devolución imperativa en la nómina siguiente del trabajador. Las empresas pueden pedir al trabajador la justificación en forma alguna del anticipo solicitado, por lo que hay que dar dando explicaciones de para qué se necesita el dinero.
En algunos convenios colectivos se tiene en cuenta el anticipo de nómina, llegando a establecer acuerdos con las empresas a fin de favorecer la concepción de los adelantos a los trabajadores. De hecho, cuando la situación económica era más boyante, algunas empresas han llegado a conceder préstamos a determinados trabajadores teniendo como garantía el contrato laboral y el itinerario del trabajador dentro de la empresa. Eso hoy es menos habitual. Como alternativa están los anticipos de nómina como el que ofrece Contante.
Anticipo Contante
Una forma de obtener un anticipo de la nómina sin los inconvenientes que pone la empresa y la legislación es el Anticipo Contante. Se trata de
un préstamo concebido como si fuera un adelanto salarial, puesto que está ideado para que la fecha de devolución coincida con la fecha de ingreso de la nómina. Pero sin las limitaciones que tiene un anticipo solicitado a la empresa. La filosofía de Contante es la de conceder un micropréstamo con el que atender un apuro económico o un gasto extra, considerando la cantidad concedida como un adelanto de la nómina, por lo que insistimos en que la fecha de devolución coincida con la fecha habitual de cobro.
Este tipo de micropréstamos asociados a la nómina responden a una necesidad de financiación concreta, limitada en el tiempo y en la cantidad. Se trata de una solución habitual entre las entidades bancarias, sujeta a un plan de pago a muy corto plazo.
Un crédito con el atender gastos extraordinarios y urgentes. No se plantea como una forma de financiación barata, sino que se asocia a la solicitud de adelanto salarial que se realiza a la empresa (el anticipo de la nómina), pero en otro orden de regulación y con características concretas y diferenciadas.
Anticipo o préstamo
Las ventajas del
Anticipo Contante sobre un anticipo salarial solicitado a la empresa es la
inmediatez, privacidad e independencia. Nada de explicaciones a los jefes. Todo se solicita y autoriza de forma discreta. Una vez concedido el dinero se ingresa en la cuenta de cualquier entidad bancaria de forma inmediata, siendo una respuesta rápida frente a la burocracia que tiene el anticipo de la nómina en una empresa. Es un préstamo que se puede amortizar (pagar) de forma anticipada, reduciéndo los gastos al importe devengado hasta la fecha de pago. Una forma discreta, rápida y efectiva de tener un adelanto salarial sin dar explicaciones a la empresa.
Por el contrario, no hay que olvidar que como Anticipos de nómina que son, se debe tener el rigor de devolverlos con la siguiente nómina o ingreso, ya que en caso contrario los gastos se incrementa muy rápido.
Por último, hay que tener en cuenta que se debe entender como un recurso de urgencia y que por ello, para una financiación estructural, existen otras fuentes de financiación más baratas que te pueden hacer ahorrar dinero.
