La incertidumbre con la jubilación y la prestación por parte del gobierno después de finalizar la carrera profesional ha provocado que empieces a ver con buenos ojos los planes de pensiones. Estos cuentan como objetivo principal asegurar un capital para cuando te jubiles, pero también en caso de sufrir cualquier tipo de incapacidad permanente que te impida seguir trabajando.
En la actualidad puedes encontrar diferentes opciones de planes de pensión a medida en función de tus necesidades. Principalmente, podrás elegir entre los planes individuales que es la misma persona la que los contrata a un banco o una gestora, aquel en el que un trabajador diseña un plan con la empresa en la que trabaja, especialmente en el sector de la banca. A su vez, también es posible contratar los que se conocen como sistema asociado, en el que somos parte de la misma asociación.
Una de las principales ventajas en este tipo de planes es la posibilidad de reducir la base imponible del IRPF, siendo la única opción para lograr esta meta. En cambio, cualquier tipo de prestación o invalidez deberá tributar de forma directa como un rendimiento de trabajo.
La crisis económica que se inició en 2008 ha modificado, en gran medida, la evolución que han tenido los planes de pensiones. Además de los mencionados anteriormente, también tienes a tu disposición otros tipos de planes de pensiones totalmente personalizados. Puedes encontrar el plan de aportación definida, en el cual te comprometes a aportar una cantidad fija durante todos los meses el tiempo que quieras, tanto a nivel particular como de empresa.
También existen planes que dependerán del riesgo que queramos asumir. En este sentido, puedes encontrar planes de renta totalmente fija, variable, así como de renta fija mixta o renta variable mixta, e incluso garantizados.
A la hora de planificar la pensión es imprescindible hacerlo con tiempo, ya que la rentabilidad, por pequeña que sea, será mayor. En este sentido, debe destinarse una parte de la nómina al ahorro y a pensar en la jubilación. A su vez, también es una forma de reducir el pago de impuestos.
Por lo general, cuanto más joven seas te interesa más un plan de renta variable y a medida que te hagas mayor pasarlo a renta fija para lograr una mayor protección y seguridad de nuestro capital a corto plazo. Puedes asumir un mayor riesgo buscando una mayor rentabilidad, o en cambio, si estás más cerca de la jubilación, correr menos riesgos pero también conseguir asegurar tu dinero.
Los planes de pensiones son una relación conflictiva como el matrimonio, así que cuanto antes lo tires adelante mejor. En Contante estamos para ayudarte y asesorarte.